El 19 de junio de 2008 se aprobó el expediente de la primera operación de crédito en el Ayuntamiento de Cáceres, los socialistas solicitaron el crédito de mayor importe hasta ese momento conocido en nuestra ciudad: 9.8 millones de euros. En él, ya se justificaba que el dinero se utilizaría para renovar Llopis, para construir la sede de Hispanoamérica, para un edificio administrativo y para varios proyectos más que nunca han visto la luz.
Cuatro años de gobierno socialista y nada de nada. De nuevo promesas y promesas, realizadas por última vez la semana pasada y que nunca se cumplen. Mientras, los vecinos se quejan y se vuelve a decir que en breve se inicia, ya no interesa correr, ya interesa esperar al rédito electoral, pero son más de tres los años vacíos en inversiones, y que esta ciudad no va a poder olvidar.
Cáceres no merece este olvido, Cáceres es una ciudad que SÍ tiene futuro, llena de posibilidades y a la que se le ha dado sin más, la espalda. En Cáceres todo está por hacer y todo está por venir, pero no podrá ser de la mano de aquellos que teniendo una oportunidad no lo han hecho, o lo que es peor, lo han impedido. Heras y el PSOE han guardado silencio, no han reivindicado las infraestructuras prometidas, no se ha ejecutando las promesas de sus programas electorales, rindiéndose a las decisiones de Zapatero, que siempre dicen no a los extremeños, como si mereciéramos seguir esperando las oportunidades que otros aprovechan.
Son muchos los incumplimientos con los cacereños, Vara y Heras son dos los principales cómplices silenciosos que han consentido que se llegue a esta situación. En estos cuatro años, los cacereños no hemos visto ni al Presidente de la Junta ni a Heras alzar la voz para reclamar lo que es nuestro. No les hemos escuchado exigir las inversiones previstas durante años en los Presupuestos Generales de Estado, ni ante los Presupuestos de la Comunidad de Extremadura. Es normal, cuando el PSOE en Cáceres está más pendiente de poner querellas y denuncias que en trabajar por el desarrollo de la ciudad.
Cáceres brillará con luz propia, porque quiere, porque puede, porque los cacereños somos gente que no se rinde, porque Cáceres está cansada de esperar siempre hasta el final, y de que aquí se deje siempre para mañana lo que se puede hacer hoy. Cáceres, SÍ tiene futuro y ese futuro lo moverá un gobierno estable, sin tripartitos ni circos. Estoy convencida que con trabajo e ilusión mañana será posible, lo que hoy se dejó para entonces.
